Me da igual que se dopen los ciclistas. Si todos lo hacen gana el mejor, no?
Estoy, incluso, dispuesto a admitir que Induráin se dopaba. Y no se me cae el mito, ni sienteo mi infancia traicionada.
Pero si se me queda cara de tonto cuando pienso que me creí todas las frases aquellas de "retirada del equipo por gastroenteritis", "hay que comer" "hay que beber durante la carrera". Todo eso.
He perdido la fe.
Quiero que me la devuelvan.
martes, 24 de julio de 2007
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